Por qué la historia de la Biblia no se desarrolló en Ecuador

Antes de empezar este relato, es importante recalcar que no busca generar ninguna polémica ni se trata de una falta de respeto a la Biblia ni su contenido, se trata de una simple analogía entre el pasado, nuestras creencias, y nuestra realidad.

Por qué la historia de la Biblia no se desarrolló en Ecuador

Por una simple razón, porque Dios es sabio, seguramente si la historia que narra la Biblia se desarrollaba en Ecuador no hubiese tenido la misma trascendencia o las cosas no se hubiesen dado igual. Es que no se trata de que seamos tercermundistas, el medio oriente, donde se todo sucedió tampoco era una potencia mundial, simplemente acá todo es una joda. Sólo imaginemos en dos episodios qué hubiese pasado.

En el antiguo testamento, digamos que el pueblo que intentaba liberarse de la esclavitud no era hebreo, sino una comunidad indígena de la provincia de Cotopaxi. Un líder comunal llamado Moisés Chabascango es elegido por Dios para liberar a su pueblo de la opresión de los terratenientes y llevarlos a tierra prometida.

La cosa se hubiese dado así: Moisés se hubiese enfrentado al máximo terrateniente, quién en lugar de tener un nombre egipcio, seguramente tenía un apellido “Febres Cordero”, reclamaría la liberación de su pueblo sin necesidad de las 10 plagas (De eso se hubiese encargado el gobierno de turno).

- “Patrónseto, el pueblo cansado esta, nos eremos de tierras malas a buscar futuro en la Yoni, parteremos a la mañana llevando mujer y guaguas”.

Estupefacto el terrateniente, afectado por las 10 plagas del gobierno hubiese reaccionado.

- Chuta loco, por los nuevos impuestos ya ni me alcanza para pagarles lo poco que les pago, encima el gobierno se llevará las tierras que no uso y para colmo no clasificó la selección al mundial, estoy cabreado loco, si te quieres largar a mi que chuchas!.

Posterior a eso Moisés llevaría a su pueblo a pie a tierra prometida, tras años de caminata en la que no todos sobrevivirían, hubiesen llegado a Río Grande , lugar donde se daría uno de los hechos más recordados de la Biblia, ya que Moisés dividiría las aguas y permitiría que su pueblo atraviese el río, la diferencia era la patrulla fronteriza que los esperaban al otro lado, un grupo de gringos con toletes en mano listos para recibir, encarcelar y deportar a los recién llegados.

Bueno, ahora analicemos el Nuevo Testamento. Hubiesen existido ciertos detalles que hubiesen cambiado toda la historia, por ejemplo: Cuando José y María buscaban posada en la ciudad de Quito la noche de la Navidad, la respuesta de los hostales del sector de Cumandá hubiese sido “No hay chance, no insista”. Ante la imposibilidad de hallar un lugar donde hospedarse no hubiese habido más alternativa que en uno de los puentes cerca de El Tejar. Un milagro sucedería esa noche, sería el nacimiento de nuestro salvador, pero en Ecuador, seguramente no hubiesen habido reyes magos, sino una pandilla llamada “los reyes vagos”, conformada por Melchor Quiñónez, Gaspar Zambrano y Baltasar, alias “el iguana” que hubiesen echado a perder aquel acontecimiento.

Treinta y tres años después la cosa no mejoraría, al contrario, porque Jesús hubiese tenido que comparecer de lo que fue acusado ante la Corte Suprema de Justicia, donde también se lavan las manos en cada uno de los procesos que llevan a cabo.

En lugar de soldados romanos, hubiese sido llevado hacia los calabozos de la CDP por policías que bajo el grito de: “Tenga la bondad, avance”, harían que se desenvuelva la trágica historia del Vía Crucis. No hubiese habido condena, ni siquiera una boleta de libertad, simplemente no hubiese habido justicia pues no había denuncia y como todos sabemos Jesús siempre fue inocente. Pocos meses después todos hubiesen olvidado lo sucedido.

La Biblia narra una historia que con cosas buenas y malas se desarrollaron en el momento preciso y lugar adecuado, sin embargo algunos libros de la Biblia se los vive en Ecuador. Por ejemplo el ÉXODO de los migrantes, uno de cada 10 negocios en Ecuador se llama GÉNESIS, y trate usted de matricular su auto o hacer un trámite burocrático, estoy seguro que vivirá su propio Vía Crucis.