Cuando mamá maquilla

Muchos lo saben, pero otros no: mi madre trabaja maquillando. Y no me refiero a sombras, brochas o rímel. Lo suyo va más allá de los rostros. Ella maquilla comida. Sí, alimentos. Los hace ver irresistibles en comerciales, empaques y fotografías. Y no es una exageración decir que inventó su profesión en este país. Cuando nadie sabía que eso existía, ella ya lo hacía. Y lo hacía bien.

Pero la verdad es que maquilló mucho más que platos.

Maquilló la vida. La nuestra.

Desde que tengo memoria, hizo que la realidad se viera un poco más amable de lo que era. Como cuando convertir las carencias en juegos fue su forma de enseñarnos que, con esfuerzo, todo lo que soñáramos se podía conseguir. O cuando cambiábamos de colegio tantas veces que parecía un tour social para hacer nuevos amigos. Aunque sabíamos que no era solo por eso.

Maquilló la falta de viajes con la ilusión de que algún día llegarían. Y sí, llegaron. Pero cuando éramos niños, eso parecía tan lejano, que ella lo hizo parecer posible.

También se maquilló a sí misma. Ocultó sus miedos detrás de una sonrisa segura y un talento imparable. Sin títulos universitarios, levantó una empresa, dictó cursos, creó su propia marca de conservas, decoró de Navidad cadenas gigantescas y asesoró a gerentes que hoy todavía la buscan para que les dé una idea, una solución, una magia.

A mí, me hizo ver que la publicidad era un mundo fascinante. Me lo mostró con tanto brillo que quise quedarme. Ahora que conozco el rostro de la publicidad sin maquillaje, entiendo cuánto puede ocultarse. Pero no me arrepiento. Porque el deseo de estar aquí empezó con ella.

Y por eso hoy la celebro. A ella. Que hace que el mundo se vea mejor. No por mentirlo. Sino porque, gracias a ella, siempre hubo una luz, una forma, un ángulo, desde donde todo parece más bonito.

Ella es una madre especial para homenajear en este día, porque incluso quienes no la conocen, cuando eligen qué comer en un patio de comidas, restaurante o supermercado, son parte de su magia. No lo saben, pero lo que los convence de elegir, probablemente también lo maquilló mi madre.