La Nueva Revolución Juvenil Ecuatoriana

Hace un poco más de un año leía en la Revista Soho un artículo que hablaba del porqué el Ché Guevara se pasó de largo por Ecuador, en resumen se debía a que se iba a encontrar un montón de ecuatorianos haciendo ecuatorianadas, vaya que era cierto. El Ché tenía cierto interés en la juventud y sus organizaciones, veía potencial en muchas de ellas pero como lo habíamos dicho, por Ecuador se pasó de largo.

Es que en todo el mundo parecería que existen juventudes uniéndose a alguna causa, sobre todo política, jóvenes alrededor del mundo que al menos se interesan sobre cómo funciona el sistema político de su país, analiza, comenta e incluso se preparan para generar un cambio, bueno, no son todos pero los hay.

¿Pero qué pasa en nuestro Ecuador y su juventud? para ello quiero agradecer a la Universidad que me permitió estar en contacto con ellos y tener algunos argumentos para escribir estas líneas. ¡Porque simplemente estamos jodidos!

Jodidos porque nuestro futuro deberá determinarse entre los dinosaurios políticos que ahora tenemos y algunos vándalos que en sus inicios a la política ya llevan registro de escándalos y antecedentes, seguro te preguntarás, ¿Y los jóvenes inteligentes? pues bueno, ellos son tan inteligentes que no se meterían a la política.

Tenemos una juventud que busca estudiar la carrera más corta, que sabe la cotización diaria del Zhumir pero no del Euro, que abarrota las calles en voz de protesta cuando escuchó que alguien le estaba jodiendo a la Pílsener. Tenemos la juventud más conocedora del mundo, eruditos de prensa rosa, competitivos cuando se trata de carros tuneados, talentosos escritores de comentarios en Facebook y HI5, los mejores relacionadores públicos de discotecas y huecas bieleras.

En síntesis preocupa ver poca iniciativa por parte de la nueva juventud. Si quiere ser presidente ¡aproveche! haga una campaña en Facebook para convencer a las juventudes, hágalo con celebridades como Aventura, Wisin y Yandel y si tiene plata ponga a Justin Bieber, es suficiente que paute en las botellas de Pílsener y tarros de gel, después prepárese para ponerse la banda presidencial sobre sus hombros.