Borrador número 2016

Soy un tipo de utopías, aunque muchas de ellas no deberían considerarse así. Si vamos a encontrarle culpables, tendría que agradecerlo a mis padres. Sí, por repetirme esa teoría acerca de los valores apoyada con el temor de la doctrina religiosa que te enseña desde chico, algo tan importante como el respeto y honestidad. Me pareció algo maravilloso.

El asunto es que creces y de repente, te das cuenta que la vida no se parecía a las historias de amor ni mundos fantásticos de los libros, sino que al contrario, se trataría de algo parecido a una fosa de serpientes, comiéndose unos a otros, robándose para sobrevivir, y en muchos casos, gente que sencillamente roba para darse una vida de la que nunca se pudo permitir. Esos, son los peores.

Nos encontramos a puertas de un año que termina, días en los que es inevitable soltar una mirada atrás y hacer una retrospectiva de lo que hemos hecho y a dónde vamos. Pues bueno, por primera vez en mi vida, no lo sé.

Pero sí se que no quiero mis intentos robados, mi espíritu apagado, sé que conservaré las pasiones que he mantenido, que fortaleceré las relaciones maravillosas que logré encontrar en este año, las amistades de corazón y de años. Sé que insistiré en mi anhelo de justicia, en mi pasión por aprender y enseñar, lucharé por mantener un saldo de felicidad en cifras elevadas ya que las bancarias sinceramente dan igual. Quiero seguir alejado de los narcisistas, de los corruptos, de los usurpadores de bienes y talento, de los mal agradecidos, de los caprichosos, de los violentos, de los ignorantes con poder, de los mentirosos.

Cierra un año para muchos negativo, me incluyo en el listado. Sin embargo entre los escombros de nuestras ilusiones, expectativas y fe en la humanidad, es necesario rescatar eso que nos motiva cada año a pensar que las cosas sean distintas. Aprovechemos esta idea absurda pero esperanzadora de creer que de un día para otro las cosas serán diferentes.

Pero eso depende de nosotros. Por eso, maneja con paciencia, no cojas dinero que no lo ganaste justamente, di la verdad, trata bien a los demás, haz bien tu trabajo, enseña lo que sabes, no guardes rencores, adopta un perro, sonríe, viaja, cede el paso, busca un hobby, no compres cosas que no necesitas, no le creas a la publicidad, aléjate de las redes sociales, sal al sol a hacer algún deporte, abraza a un familiar al día. Imagina que podemos hacer que todo sea positivo de alguna manera.

Pues bueno, me sumo, para seguir un año más siendo el tipo de utopías en esta fosa de serpientes, creyendo que de algún modo, imposible quizá, gracias a ayudar e inspirar a la gente y conservando valores, mantenga en alto ese saldo de felicidad. 

Porque para eso estamos en este mundo de verga.

Veamos qué pasa con ustedes.

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