Éramos ángeles

Éramos ángeles, nos sentíamos seres de luz llevados por el viento, creyendo en la bondad de todos como si el mundo fuera el realismo mágico del que tanto nos hablaba "El Gabo". Confiando y compartiendo, entregando y arriesgando, escuchando y comprendiendo, y así.

Éramos ángeles, encontrábamos la diversión en lo simple, la felicidad en lo intangible, no conocíamos el miedo al ridículo ni las consecuencias de decir la verdad. Todo se trataba de jugar en el buen sentido, de seguir impulsos del corazón, de tener apenas la suficiente madurez para saber que había que llegar a casa temprano para que nadie se preocupara. No sé, era todo tan bonito.

Éramos ángeles, hasta que una noche alguien nos cortó las alas.

Éramos ángeles, pero ahora simplemente ya no nos da la puta gana de volar.