El concierto de mi vida




Será algo precipitado, pero es que prefiero escribirlo mientras la pintura de la emoción permanece fresca:

Mientras unos tibios rayos de sol intentaban abrigar una ya cálidamente humana Bogotá, levantaba de mi cama en un bonito hostal administrado por una pareja de amables jubilados colombianos. Acompañado esa mañana únicamente por una leve resaca que deja el reencuentro con viejas amistades y nuevos momentos que se mezclan agradablemente con algo de aguardiente.

Aún era temprano, y había decidido recorrer la ciudad el día anterior para dejar aquel concierto como exclusividad del día, sin embargo, una ya tradición de aprovechar las mañanas, hizo que ocupe mis primeras horas en un par de compras de último minuto. Una vez iniciada la tarde, y tras un almuerzo en el que probé la famosa gastronomía del departamento de Santander en un lugar a pocas cuadras del hotel, emprendí camino hacia el Estadio "El Campín de Bogotá", lugar de lo que sería el concierto que le contaré algún día a mis nietos.

Pero vamos un poco más atrás de la historia, Foo Figthers empezó a gustarme en tiempos en los que MTV transmitía música, sí, eso es mucho tiempo atrás. A pesar de no ser un fanático enfermo siempre me gustó escuchar sus temas, la consideré hace tiempo entre mis bandas favoritas y bueno, a mediados de 2014 supe que vendrían a Latinoamérica.

Con altas posibilidades de lluvia me instalé en la puerta de acceso 14 del estadio, la entrada fue inmediata, hasta hizo que mi anticipación tan tercermundista resulte innecesaria, sin embargo al ubicar mi asiento noté que era un lugar lejano pero privilegiado. Todo estaría de maravilla.

Llegó la noche y lo sucedido no puede describirse con palabras, ni siquiera con las fotos que tomé. Se trató de uno de los mejores conciertos en la historia de Colombia, un público que con su modo de organizarse dejó sorprendido a la misma banda y casi 3 horas de algo que valió la pena cada kilómetro recorrido y cada centavo invertido. Ellos juraron volver, y yo también.

Lamento no extenderme describiendo los temas, su orden, los covers, los comentarios, la emoción. Creo que con unos pocos vídeos podría explicar lo que esa noche me dejó sin palabras, sin garganta y sin aliento.




"...Listen, I swear for God, i'm not fuckin' kidding, you are the best fuckin' audience of the whole  fuckin' tour... I will go home and going to tell all my fuckin' friends of all those fuckin' bands: You should go to fuckin' Bogotá ¡right now!..."

No podía faltar la canción que me levantó e impulsó el año pasado, la canción que se volvió mi soporte y motivación, por la que prometí ir a este concierto:



Y el cierre fue con la canción más icónica de todas:


Y después volver a esta ciudad donde no pasa nada, con la sonrisa por delante, y la envidia de unos pocos por detrás. ¿Pero qué le voy a hacer? Sólo se vive una vez.

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