50 sombras de azul (Un cuento para ellas)
Cerúleo
es imperfecto, como todas las personas en este mundo.
Gusta
de nadar en agua marina, contemplar el cielo al medio día y los cócteles que
llevan Curazao azul. Y a pesar de auto catalogarse como un niño índigo en su
infancia, la supo disfrutar, fue inespecífico en los detalles, pero asegura que
en su vida tuvo lo necesario para ser hoy un hombre de bien.
Cerúleo
es romántico, cita en su relato aquella tarde que conoció a Celeste bajo el
techo turquesa de aquel lujoso teatro. Él como invitado, ella como anfitriona.
Bajo los tonos y matices de suaves violines, bailaron como pétalos de hortensia
al viento. Entre ellos, su aroma despertaba una fuerte atracción, como si fuese
cobalto magnético alrededor de sus siluetas.
Cerúleo
es caballero, miró a su pareja de baile directamente hacia sus ojos de zafiro y
pronunció un sereno cumplido a tan agraciada doncella. Él como conquistado,
ella como indecisa. Entre canciones aterciopeladas, el movimiento de su vestido
teñido en añil y breves aromas de lavanda, Celeste se mostraba seducida pero a
la vez distante.
Cerúleo
es sincero, preguntó a Celeste si le molestó aquella repentina confesión. Él
como intrigado, ella como confundida. Bajo la luz de la luna llena le habían
hablado del amor y el destino como milagros inesperados que aparecen de repente,
no sabía cuándo, ni sabía si era amor lo que sentía, pero tampoco se arriesgó a
averiguarlo. Recogió sus garzos tacones y huyó del baile para nunca más volver.
Cerúleo
pudo ser un príncipe esa noche, pudo serlo durante toda la vida de Celeste. Pero
nunca tuvo la oportunidad de saberlo. De hecho, nunca supo siquiera que su propio
nombre describía una gama de azul.
Nadie
lo supo;
Ni
siquiera Celeste.
Ni
siquiera tú que me estás leyendo, porque si no llegaste a identificar los
matices de azul que esconde esta historia, ¿qué te hace pensar que encontrarás un
príncipe azul en tu vida?
Y es
que han lavado tu cerebro con tonterías, tu corazón con prejuicios, tu futuro
con cobardía y tus expectativas amorosas con lejía. Morirás sin amor porque ese príncipe azul que buscas nunca será del azul que te gusta.
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