Ya no estamos

Ya no estamos para aguantar, ni ceder, ni pasar por alto, ni ignorar lo malo, ni para jugar al amor o al optimismo. Es que ya no estamos, sencillamente ya no estamos, nos guardamos, escapamos, analizamos, fracasamos.

Ya no estamos presentes para quien juramos amor eterno, ya no estamos en sueños eróticos de amantes fugaces. Ya no estamos en nuestros cabales, ya no estamos en nuestra mejor lucidez emocional.

Estamos algo rotos, pero renacidos, estamos estables pero vulnerables, estamos forrados en plata que no compra momentos, en decorados espacios vacíos, en cenas de microondas y durmiendo en sábanas limpias. Estamos en la era que no entendemos, en la duda constante, en en el amor de escaparate.

De acuerdo, volvamos a buscar el lugar en donde estamos, pero dejemos de hacernos tanto puto daño en el proceso.