No somos tan "lo mejor" como queremos parecer.

¿Te ha pasado que entras a LinkedIn y todas las marcas, empresas y hasta personas compiten por ser “lo mejor”?

- “Somos la mejor agencia” (según nadie).
- “El mejor café del mundo” (afirmado por el departamento de marketing de la propia marca).
- “El mejor equipo de trabajo” (bueno, excepto por Víctor, que se roba los post-its).

Y así, en un loop infinito de “lo mejor es lo mejor” hasta que nadie cree nada.

El problema es simple: ser el mejor es imposible de probar. A menos que tengas un Nobel, una Champions o una medalla olímpica colgando del cuello, afirmar que eres “lo mejor” es solo un reflejo de la falta de creatividad (y de pruebas reales).

En Suecia tienen un concepto brillante para bajarnos los humos: Jantelagen. Es una regla no escrita que te dice: “No te creas mejor que los demás”. No porque esté mal sobresalir, sino porque las acciones valen más que los adjetivos grandilocuentes.

Así que, marcas, empresas, LinkedIn… bajemos dos cambios. En lugar de decir que somos “lo mejor”, probemos que somos “buenos en serio”. Con hechos, con testimonios, con datos. Que no haga falta escribirlo en mayúsculas ni ponerle un emoji de fueguito.

A fin de cuentas, todos necesitamos un poquito más de Jantelagen y un poquito menos de humo.