No pedir nada cuando quieres mucho

Hoy solo necesito escribir.

Porque recordaba mis heridas del pasado,
cuando ingenuamente insistía en lugares donde no tuve espacio.
Reviví el insomnio de un futuro fracturado,
las preguntas sin respuesta
y los finales precipitados.

Sanar no basta, eso está claro.

La verdad es que nadie se sana del todo.
Aprendemos a vivir con las cicatrices,
con los hábitos que nacieron en semanas grises,
con la certeza de que si hoy sé lo que quiero,
Es porque alguna vez no supe ni por dónde empezar.

No puedo amar a medias, lo siento.

Y aunque el amor sea un acto completo,
yo lo tuve que armar con pedazos:
de ciudades distantes,
de amores fugaces,
de matrimonios truncados
y sueños desperdiciados.
Doy todo.
Pero esto no surgió de la nada.

Porque estoy en paz para volver a intentarlo,
No voy a rogar para ser alguien amado.
Prefiero desaparecer y empezar de nuevo,
que apostar por alguien con corazón acabado.

Que no basta querer querer para ser querido,
O saber lo que se quiere encontrar en el camino.
No se trata de procesos eternos y guardar al corazón herido,
Si no entender quién es escala y quién te busca como destino.

Porque es más fácil insistir e ignorar
que aceptar, madurar y avanzar.
Y hoy acepto que mucha suerte tengo.
Porque a veces eso que nunca empieza
Es porque no se puede ver un futuro, 
con quien lo peor del pasado te recuerda.