Estas son mis letras

Estas son mis letras.
Mi lugar, mi espacio seguro, mi desahogo, mi vulnerabilidad.
Mi rincón donde se siembran flores,
se saca la basura, se gritan las locuras, se explora la humildad.

Estas son mis palabras:
Mi permiso de imaginar, protestar, sentir y compartir.
Aquí nadie me conoce del todo,
pero quien llega a leerme entra directo a mi sentir.
Este que es mi rincón más personal
lo más vulnerable, 
lo más pasional.

Es que escribo para no morir,
para escapar, para sentir.
Para aceptar con calma que no todo llega como lo pedí.
Escribo para reír, para gritar, para darle sentido a lo que duele
y para que las letras me den, aunque sea por un ratito,
una forma de inmortalidad. Por eso escribo para entenderme,
para descifrar por qué me quedé
o por qué no me fui.
Y por qué sigo aquí.

Esta es mi bitácora y mi locura,
mi pausa del tormento personal,
mi ventana a lo terrenal,
mi manera de descubrir la hermosura.

Escribo porque las palabras son lo que me queda;
de ellas vivo y en ellas descanso cuando siento que me desarmo.
Cuando el corazón ya no sana con vino,
cuando quienes hieren siguen su camino,
son las palabras las que me sostienen
y me recuerdan que no todo está perdido.

Escribo para que estas palabras me definan
y no lo que le dices mientras por el pasto caminan
aunque no sé qué inventas cuando de mí quieres hablar
al menos espero que lo bueno sea difícil de olvidar

Estas son mis letras, mi camino a la sensatez,
no la interpretación de quien las lee con inmadurez.
La realidad y ficción entre verdades y mentiras,
incomprensibles por personas emocionalmente abatidas.
Palabras que cambian conforme el sentimiento se aclara,
y registro de errores cuando la memoria falla.

Y escribo esto porque aquí hago lo que me da la gana.
Aquí puedo sentir sin juicios, rechazos ni advertencias.
Aunque a veces no encuentro fácilmente las palabras, 
pero cuando llegan, qué alivio es ponerlas en esta pantalla,
en este, mi refugio, mi vida, mis textos y mis terapias.
Hasta escapar de este pueblo y cárcel donde el amor se calla.