Y ahora ¿qué le diré a mis hijos?

Elegí no volver a ver los noticieros, poner el iPod en las mañanas, pagar televisión por Internet y simplemente usar los periódicos para encender carbón o limpiar una ventana, me da asco todo.

Y es que recuerdo que mis padres en aquellas tardes de regreso del colegio, cuando les preguntaba por qué otros niños tenían mejores cosas que yo, me decían que también algún día podría tenerlas, que todo era cuestión de esfuerzo, honestidad y honradez. Y así fue, crecí y mi vida ha girado por valores y principios de respeto a lo ajeno, de devolver un vuelto equivocado, de ceder el paso a los demás, de nunca tener cosas ajenas. Sin robar, sin estafar, sin perjudicar y creí que ser así me llevaría lejos.

Pero simplemente veo que en la realidad pasan cosas diferentes, como por ejemplo en la Federación Ecuatoriana de Fútbol, donde las pruebas de irregularidades, mediocridad y corrupción son más que evidentes. Que si tuviera hijos y les permitiría ver lo que sucede allí, pensarían que con amistades por conveniencia, con dinero mal llevado, con mentiras y con jugadas mañosas, se puede ser alguien en la vida. ¿Saben qué? ¡Me parece que todo es una completa hijueputez!

Me cabrea. Sí señores, me cabrean los oportunistas, me cabrean los mediocres, los corruptos, los aduladores, me cabrean los fisgones, la gente de doble rostro, de doble discurso y de doble moral. Me emputa cómo en este país los ladrones de corbata se salen con la suya, cómo el ser honesto y honrado vale una verdadera mierda, cómo podemos coexistir con casos de inmoralidad, de prepotencia y desconsideración, cómo se venera al dinero y se pisotea a los demás. 

Elegí no querer saber que el mundo funciona así, que cuando tenga mis hijos les enseñaré a tener valores pero saber defenderse de la mayoría cabrona que infesta la sociedad. Les diré que lo importante es ser buenas personas, que aunque me llamen loco, creo que para eso es que estamos aquí.

Y bueno, entre ejemplos y ejemplos pude tocar el tema político, los "socialistas" con ingresos exagerados, los cargos por compadrazgo, el abuso de poder, la nueva clase alta con dinero público, etc. 

Qué huevada, estaba más bonito escribir de otros temas, pero es que este realmente me pudo.