Con corazón caliente y cabeza fría
Esperen. Detengamos el transcurso normal de los acontecimientos y revisemos el guion. Imaginemos una realidad alterna en la que el miedo no toma decisiones, donde se pueda hablar claro y no escondamos tras negociaciones otras intenciones. Supongamos que las palabras no nazcan de heridas abiertas, que los límites se marquen únicamente por autoestima y disciplina. Supongamos que el amor pueda activar también su micrófono y opinar sobre sus necesidades sin juicios ni cobardías. Volvamos a los planos, que este derrumbe todavía se puede evitar. Cimentemos con gratitud nuestro pasado, que lo firme se construye igual en roca que en pantano. Hablemos con confianza sobre lo no negociable, que entre la luz por los ventanales transparentes de nuestros ideales. Admitamos nuestros errores porque en el proceso pocas veces seremos los mejores. Evitemos abandonar obras que ya tienen grandes inversiones de tiempo, energía, amor y compañía. No dejemos inconclusas las ilusiones de mansiones llenas de ...
.jpeg)


