¿Qué tienen en común el marketing y el dolor insoportable de golpearte el meñique del pie?
Todo. Absolutamente todo. Ese instante en el que impactas con la esquina del mueble y tu alma abandona tu cuerpo es exactamente lo que sienten tus clientes cuando ven una mala estrategia de marketing. 📌 Primero, el impacto : No lo ves venir, pero ahí está. Como un anuncio mal segmentado que aparece cuando menos lo esperas. ¿Publicidad de pañales cuando no tienes hijos? Sí. Exactamente como cuando tu meñique besa el filo de la mesa sin tu consentimiento. 📌 Luego, el dolor : Intenso. Profundo. Como un embudo de ventas mal hecho que te deja en bancarrota. La mala segmentación y los mensajes confusos hacen que el cliente reaccione igual que tú: con lágrimas en los ojos y una pérdida temporal de fe en la humanidad. 📌 Finalmente, la lección : Después de un golpe así, aprendes. Cambias. Evolucionas. ¿Vas a volver a caminar descalzo por la casa de madrugada? No. ¿Vas a volver a lanzar una campaña sin estrategia? Tampoco (bueno, eso espero). Si hay algo que el marketing y el meñique del...